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CINE | 11/2/2018
   
JOHN WILLIAMS, EL MAESTRO DE MÚSICA
El músico recibió este año su 51ª nominación al Oscar. Aquí, un repaso de su carrera.
 
 

 

El más importante de los compositores de cine norteamericanos es noticia y no sólo porque el pasado 8 de febrero cumplió 86 años, sino porque semanas atrás fue nominado por 51° vez a los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, el codiciado Oscar.

El 8 de febrero de 1932 nació John Towner Williams en la ciudad de New York. Ahí estudió piano y composición con diferentes maestros hasta que se inscribió en la prestigiosa Juilliard School of Music. De ahí realizó un viaje a Los Angeles para perfeccionar su conducción de orquestas con el Maestro Mario Castelnuovo Tedesco, viaje por otro lado del cual no iba a regresar.

Su virtud como aclamado pianista de jazz hizo que entrase en la orquesta de Henry Mancini (“La Pantera Rosa”) bajo el nombre de Johnny Williams. Formando una carrera meteórica e imparable, al poco tiempo se separó de Mancini para reunir su propia banda. Primero fue un sexteto, luego un septeto de jazz y por último una pequeña orquesta. Esto le abrió las puertas del mundo televisivo donde compuso varios episodios en series como “El Túnel del Tiempo” o “Perdidos en el Espacio”, entre muchas otras.

De ahí al cine había un solo paso. Debutó en 1960 con la comedia “Pasé por Blanco”. Su estilo risueño, jazzístico y a go-go por momentos lo catapultaron en esa década a realizar decenas de comedias. Pero será su estilo sinfónico, brioso e imponente lo que comience a dar vestigios a fines de los ´60 y lo termine de catapultar en los ´70.

Su primera nominación al Oscar fue en 1967 por el musical “Valle de Muñecas”, subgénero musical por el que se alzó con su primera estatuilla en 1971 con “El Violinista sobre el Tejado”. Cabe mencionar que los Oscar siempre se dividieron en Mejor Música Original y Canción. Pero también por períodos existieron las ternas de Mejor Música Adaptada, Mejor Música en Drama y Mejor Música en Comedia. Hoy en día se resume a Mejor Música Original y Mejor Canción, por la cual el maestro está nominado por 51° vez este año, en el primero de los apartados, por la composición para el film “Star Wars. Episodio VIII: Los Ultimos Jedi”. El talento innato de este compositor vio sus frutos en la década de 1970, coronándose como el Maestro del Catástrofe al musicalizar films como “La Aventura del Poseidón” (1972), “Terremoto” (1974), “Infierno en la Torre” (1974), “Tiburón” (1975) o “Black Sunday” (1976). Por la tercera película de Steven Spielberg como director, Williams ganó su segundo Oscar y el primero por composición original, el clásico que surgió de dos notas en los graves del piano: “Tiburón”.

Dos años más tarde obtendría un nuevo Oscar por “Star Wars”. Fastuosa y monumental partitura que agrandaba los límites de la orquesta sinfónica -90 o 100 músicos- a 130 instrumentistas, la mayoría en las cuerdas. Mirando con un ojo al pasado, Williams compuso una obra genial que recordaba a esas aventuras inocentes de los años ´30 o ´40 como las de “Robin Hood” o “Sinbad el marino”, composiciones de otro gran músico europeo Erich Wolfgang Korngold; como así también tomando del clásico “Los Planetas” de Gustav Holst, una inspiración que sin ser un plagio, homenajeaba a la gran música. Ganándose el mote de “Maestro”, Williams compuso la música para films como “Superman”, la violenta “La Furia” para Brian De Palma, ambas en 1978, pero creó también un año antes, el mismo de “Star Wars” para el caso, la increíble partitura de “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo”.

Williams es uno de los pocos compositores de cine que lograron estar nominados dos veces en un mismo año. Esta virtud/manía de competir contra sí mismo la repitió ocho veces (otro record a la hora de los Oscar). Y en tema de “heroicidades” en el mundo de los Oscar, fue nominado en los tres apartados musicales –música original, canción y adaptación musical- en 1973 por, las dos primeras “Cinderella Liberty” y la última por “Tom Sawyer”; y en 1995, tras anunciar que se retiraba del mundo del cine dos años antes para dedicarse exclusivamente a la música académica, volvió al ruedo con dos films: “Sabrina” de Sydney Pollack y “Nixon” para Oliver Stone, por las cuales obtuvo nominaciones a Mejor Canción y Música de Comedia por la primera, y Mejor Música en Drama por la segunda.

“El Imperio Contraataca” (1980) y “El Regreso del Jedi” (1983) le depararon sendas nominaciones a los premios de la Academia pero no obtuvo galardón esta vez, - para quien suscribe, injustamente-. Pero la década de 1980 fue sumamente fructífera para el compositor. Surgía una nueva saga que siempre estuvo nominada por la originalidad, empuje y brío de su composición: en 1981 nacía Indiana Jones. (Nota: es válido admitir el mal gusto de la Academia al no nominar la última entrega “Indiana Jones y el reino de la Calavera de Cristal”, la cual musicalmente está a la altura de los anteriores films). Aventurera, épica y fastuosa, la música para esta saga es el 50% de los heroicos actos filmados por Spielberg. Pero fue éste también quien ayudó a entronizar al músico regalándole y regalándonos en 1982 a “E.T. El extraterrestre”. Maravillosa película y maravillosa partitura que emociona cada vez que se escucha. Ciertamente fue su cuarto Oscar y más que merecido. La década continuó con films como “Yes, Giorgio”, “El Río”, “El Imperio del Sol”, “Un tropiezo llamado Amor” y “Nacido el 4 de Julio”, todas ellas nominadas.

Los ´90 comenzaron con “Mi Pobre Angelito”, “Hook” y “J.F.K.”, también nominadas al Oscar. La aventura épica de los comienzos de los Estados Unidos en el film de Ron Howard “Un Horizonte Lejano” raramente no tuvo nominación en 1992. Pero 1993 depararía una doble alegría: por un lado para los fans de Spielberg y Williams, “Jurassic Park”, aunque extrañamente no hubo nominación en este caso, y “La Lista de Schindler”, que le valió el quinto y hasta ahora el último Oscar en la carrera del Maestro. Como se habrá notado, Williams y Spielberg colaboraron casi desde los comienzos del director y films como “Amistad” (1997), “Rescatando al Soldado Ryan” (1998), “Atrápame si Puedes” (2002), “Inteligencia Artificial” (2001), “Munich” (2005), “Caballo de Guerra” (2011), “Las Aventuras de Tin Tin” (2011) y “Lincoln” (2012), tuvieron nominaciones por mejor música.

En 2015 obtuvo la 50° nominación al Oscar por la música de “Star Wars. Episodio VII: El Despertar de la Fuerza” pero fue vencido por otro gran maestro, en este caso el italiano, Ennio Morricone quien se alzó con su primer Oscar en competencia por “Los 8 más Odiados” el último film de Quentin Tarantino.

Este año John Williams no la tiene fácil con los compositores con los que compite (aparentemente Alexandre Desplat con “La Forma del Agua” viene ganando todo), pero siempre le queda ese consuelo de ser “único, inigualable y genial”, y como dijo alguna vez: “siempre es un placer que te nominen. No importa si ganas. Tus pares te reconocen por el trabajo bien realizado. Ganar el Oscar es como tener la cereza de arriba de la torta. Es lindo pero no es lo más importante”.

 

 

JUAN PABLO ROUSSEAUX | @jeanpaulcine

 

 

 

 
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        Edición Nº 5091 - 14 de abril de 2024

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