Se proyectó la primera selección de cortometrajes nacionales en competencia.

MENDILUCE , de José Carlos Donayre Guerrero.

Un hombre tiene el encargo de realizar una acción, con la cual pasará a formar parte de un grupo especial. Con frialdad, tomará la decisión que lo hará cambiar hasta de nombre.

Filmado en blanco y negro, el cortometraje sitúa a los protagonistas en una Buenos Aires lluviosa y gris. Casi sin diálogos, con un guión escueto y el protagónico de Edgardo Castro, es el único cortometraje de este bloque que cierra su historia, sin dejar al espectador pensando en lo que el director quiso contar y no concluyó.

LIONEL, de Juan Renau

Lionel Falcon es un fotógrafo que retrata animales. A lo largo de los 13 minutos que dura el corto, se observa la preparación para la sesión fotográfica de unos perros, la sesión misma y algunos momentos en los que se ve al artista en situaciones que se relacionan con su profesión, como dar una clase o fotografiar el Oblisco con su celular.

Con muchos canes posando, “Lionel” pretende mostrar en poco tiempo, un día, o unas horas en la vida de un fotógrafo. Y no más.

¡ESPÍAS!, de Tomás Guiñazú

Un hombre, libreta y lapicera en mano, espía los movimientos de una mujer. Otras personas se cruzan durante esa observación que se da en la calle, durante la noche. El espía también se vale de otros elementos, dignos de un James Bond, pero en menor escala. Muy menor.

Con recursos que suelen utilizarse en las clásicas películas de espías, como un plano secuencia inicial, un fundido a negro y tomas de ventanas o balcones que mediante sombras sólo reflejan parte de un lugar, el corto es una mezcla de situaciones sin sentido que además, muestra una lluvia que no moja a nadie y a nada. Vale esto de muestra.

TRES VALIJAS, de Lara Franzetti.

Una joven regresa al país y se percata de que su valija fue cambiada por error. Se comunica con el dueño de la misma y éste le dice que la de ella en realidad la tiene un ruso. Ahora deben contactarlo para hacer los cambios.

Una mini road movie de dos desconocidos que intentan recuperar sus pertenencias y un tercer personaje que, sin explicación alguna, dificulta el encuentro. Y menos explicación tiene el que la protagonista hable ruso y se comunique con unos turistas que le piden ayuda para encontrar un lugar en un mapa. “Tres valijas” que merecen seguir perdidas.

HERMANAS HOSHINO Y FAMILIA DE JESÚS, de Luciana López Schütz

Las hermanas Hoshino y la familia De Jesús tienen sendas peluquerías. Uno de los dos negocios tiene más clientes que otro. En uno de los locales, sus dueños son orientales, en el otro, de Centroamérica.

Durante 15 minutos, se observa el trabajo de los peluqueros y peluqueras con sus clientes. Una parece ser más exitosa que la otra. Y en eso se queda el corto. En la muestra.

LA PRIMA SUECA, de Inés Barrionuevo y Agustina San Marín

Una chica va a festejar sus 15 años y se obsesiona con el vestido que deberá usar y no parece ser de su total agrado, y con las coreografías. Una prima llega desde Suecia y la acompaña en los preparativos. Pero la muchacha pretenderá que la cumpleañera viva esos momentos con más libertad.

“La prima sueca” participó en la edición 2017 del Festival de Berlín y lo ha tenido totalmente merecido. De producción cordobesa, el cortometraje apunta a los primeros deseos sexuales de las adolescentes y logra en 20 minutos contar una historia, sin adultos, que define los anhelos, pretensiones y ansiedades de quienes ya han abandonado la niñez. Lo mejor de la jornada.

MERCEDES BENÍTEZ - mbenitez@labutaca.com.ar | @mercyty