Erin Bell es una detective de policía venida a menos. Con más de 50 años, bebiendo de la noche a la mañana, intenta resolver un caso por su cuenta. Con una hija adolescente que sale con un novio un tanto turbio, ella decide poner su trabajo primero para poder hacer las paces con su pasado.

Todo se debe a la reaparición de Silas, el líder violento de una banda roba bancos de la cual ella participó junto a Chris, su compañero en la fuerza, de forma encubierta en el pasado.

A medida que la trama avanza se verá en diversos flashbacks como salió mal el trabajo encubierto que dio escape a Silas y dejó un tendal de muertos, así como también el amor que surgió entre ella y Chris.

Violento y dramático policial que deja perplejo al espectador debido a la potente actuación de

Nicole Kidman, nominada al Globo de Oro por este trabajo y que sin dudas le brindará una

nominación al Oscar como mejor actriz protagónica. Kidman es visceral en su rol de la detective Bell, sin tapujos, directa, violenta y cáustica, casi como un símil de los personajes

policiales/westernianos de Clint Eastwood pero en versión femenina.

A su lado un reparto sólido con interpretaciones igualmente solventes encabezados por Sebastian Stan como Chris, Toby Kebell en el rol de Silas y una especial participación de Bradley Whitford como el abogado de Silas.

Karyn Kasuma está en el pico de su carrera con “Destrucción” un drama que, si bien tiene algunas vueltas de tuerca previsibles, logra emocionar y llevar adelante un relato de forma firme y directa como un golpe al medio del estómago. Imperdible.

Dirección: Karyn Kusama

Protagonistas: Nicole Kidman, Sebastian Stan, Toby Kebell, Bradley Whitford

Duración: 120 minutos

JUAN PABLO ROUSSEAUX - jpr@labutaca.com.ar | @jeanpaulcine