Nic Sheff ha llegado a los 18 años pero con un serio problema: es adicto a las metanfetaminas. Desaparece de su casa durante días y su padre David, responsable a cargo, sale en una búsqueda desesperada que culmina cuando su hijo llega, aunque no sano ni a salvo. Es ahí donde llegan los centros de rehabilitación, pero también llegan las recaídas.
A través de flashbacks se verá la niñez de Nic, su juventud, la reacción que tuvo al conocer a su nuevo hermanito, la relación con su madrastra -una recuperada Maura Tierney-, y el lazo fuerte que tiene con su padre.
Dura y cruda, muy bien escrita y dirigida, e interpretada a la perfección por Steve Carell, ya alejado de los papeles cómicos, demuestra el gran actor dramático que es en el rol del padre abnegado. Por su lado, el jovencito Timothée Chalamet vuelve a entregar otra extraordinaria composición como Nic.
Historia del amor de un padre frente a la adicción de su hijo y cómo ayudarlo, “Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo” es un excelente film dramático que no se queda en la anécdota, sino que bucea en las profundidades de la temática que trata.
Dirección: Felix van Groeningen
Protagonistas: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney.
Duración: 120 minutos
JUAN PABLO ROUSSEAUX - jpr@labutaca.com.ar | @jeanpaulcine