En 1805 el cónsul Bonaparte es nombrado Emperador, y mientras él batalla por ampliar su reino, un hombre se hará igual de famoso en París.
Francois Vidocq fue el único hombre que escapó de la mayor colonia penal del país, convirtiéndose en leyenda. Dado por muerto, intentará pasar desapercibido, pero la policía lo apresará nuevamente y lo acusará de un asesinato que no cometió. Frente a esto Vidocq propondrá un trato al jefe de la policía: a cambio de su libertad y amnistía ayudará a limpiar la mafia que habita en la ciudad.
Parsimoniosa recreación de época que abarca el período mencionado con escenografía, vestuario e iluminación acorde, se centra más en la historia que en las actuaciones. De esta manera, la sucesión de secuencias se van pegando como en un puzzle, sin mayor interés, aletargando a la trama con sobriedad.
“El Emperador de París” es un grato pasatiempo histórico con una solvente interpretación de ese sólido actor que es Vincent Cassel.
“EL EMPERADOR DE PARÍS”
Dirección: Jean Francois Richet
Protagonistas: Vincent Cassel, Olga Kurylenko, August Diehl, Denis Menochet, Denis Lavant.
Duración: 120 minutos
JUAN PABLO ROUSSEAUX - jpr@labutaca.com.ar | @jeanpaulcine