En "Isabella" el director recurre al elenco de siempre. Con María Villar en el papel de Mariel, una joven frustrada por su falta de éxito en la actuación, y Agustina Muñoz como Luciana, exitosa sobre las tablas, pero con un profundo conflicto vocacional.
Los dos personajes buscan obtener el personaje de Isabella en "Medida por medida", la obra Shakespeare, y, mediante tres momentos en la vida de las dos, ambas se muestran, sin querer, como el claroscuro de la otra.
La película se filmó "en dos eneros y en dos agostos" en la Argentina, en lo que fueron casi dos años durante los cuales Piñeiro se mantuvo en "estado de rodaje", algo que le permitió adaptarse a los cambios que surgieron, como el embarazo de Villar.
"Una vez que María estaba embarazada, lo tomamos, lo incluimos y creo que enriqueció la película. Fue interesante. Imaginate que tenés un rodaje en mente y se te da vuelta. Pero no te vas a poner en contra del embarazo de tu amiga, entonces lo incluís y cambiás algunas ideas", explicó el cineasta.
+ ¿Qué te atrajo del personaje de Isabella para reinterpretarlo?
- Por un lado, está la obra en general, que tiene un tono diferente al resto. Esta es una comedia extraña para Shakespeare, la definen como "una comedia problema" porque hay abuso sexual y decapitaciones, pero también tiene un poco de comedia. Tiene una espesura, oscuridad y densidad que me gustaba tomar. En cuanto a Isabella, es un personaje interesante, con escenas interesantes, como el encuentro con el juez Angelo, que le pide acostarse con ella a cambio de salvar a su hermano, que a su vez le pide que lo haga. Es uno de los grandes personajes en relación a la voluntad humana.
+ En cuanto a tus personajes, vos resaltás que no compiten entre sí.
- El poder relativizar me resulta interesante. Entender que hay otros puntos de vista es sanador y da más lucidez. A veces al conflicto dramático se lo potencia y se lo puede ver como una explotación capitalista. ¿Cuántas películas son sobre la competencia por conseguir algo y de lucha de fuerzas, que se tienen que anular o vencer? Hay un entendimiento y frustración en una dinámica que sigue pujando. No es una cuestión de contenidos, sino de cómo se tratan.
+ Pareciera como que los personajes compiten contra ellos mismos, mirándose hacia adentro.
- Yo trato de no pensar en grandes tópicos, pero el movimiento de la película es introspectivo, hacia adentro, un tono abajo, con menos movimiento. Es una película bastante íntima. No da grandes resoluciones, no espera que algo explote.
+ También tocás los conflictos vocacionales en la mediana edad.
- Yo a veces pienso que debería haber un nuevo momento pos 35 años en el que deberíamos volver al colegio secundario y poder rearmar nuestras vidas. Es rarísimo que uno decida de qué va a trabajar a los 18 años por el resto de su vida. Me resulta muy interesante la vida de la gente que va cambiando, el deseo de una familia, cómo se forma, que pensás una cosa y luego cambiás.
Fuente: TELAM