En el marco de la realización de la Argentina Comic Con se realizó la presentación del historietista Quique Alcatena quien repasó su amplia carrera. La charla sucedió en el auditorio y contó con la moderación de Leo Scarano y Mariano Cholakian quienes indagaron a Alcatena sobre el trabajo realizado para los comics.
Mariano Cholakian: ¿Cómo arrancaste a dibujar historieta profesionalmente?
Quique alcatena: Arranqué en una época que por suerte había muchas publicaciones en el argentino lo que permitía aspirantes jóvenes como yo a ir aprendiendo mientras ibas colocando tus historias en esta revista no que justamente al ser tan periódica tener tanta salida había que nutrirla material y estaban los grandes nombres los grandes luminarios y después gente como yo los principiantes los dibujantes de tercera categoría que también eran necesario porque había que llenar esa revista de 200 páginas.
M.C.: Y entonces te dieron una historia en Pif-paf N.º 21 en septiembre del 77 y también hiciste el guion. O sea que debutaste haciendo guion y dibujo.
Esa fue la primera historia publicada. Había hecho otra que no salían. Pero salían en Italia porque era material de relleno. Y hice lobby para que me aceptarán una historieta de la que también hice el guion porque no era usual que un dibujante primerizo hiciera las dos cosas y yo con toda la ilusión de hacer una serie porque Bushidoo iba a ser el primer episodio pero muy pronto me cortaron la ilusión.
Leo Scarano.: O sea que tus primeras publicaciones como autor fueron publicadas en Italia
Q.A.: Si yo nunca las ví.
M.C.: después de varios unitarios y a hacerte de abajo, empezás a a lograr unas series y que son con Barreiro y una es “La fortaleza móvil”. ¿Cómo fue ese encuentro con el loco?
Q.A.: Fue inolvidable. Ricardo era una persona fuera de serie. Tuve la suerte en la mayoría de los casos de haber trabajado con gente que era también muy buena gente cada uno con su estilo, cada uno con su forma de ser este. El entusiasmo que me daba dibujar sus historias que era muy muy… imaginate charlar con él era un paseo.
M.C.: ¿Cómo fue llegar publicar en Inglaterra siendo tan joven?
Q.A.: Lo que pasa es que muchos de los dibujantes argentinos trabajamos para el mercado inglés. Era muy común se desde los años 60. bueno Pratz, López trabajaron para Inglaterra. O sea yo me inscribo en esa corriente haba mucha demanda de material argentino y nos pagaba menos. O sea para los ingleses era una situación perfecta y a nosotros nos venía bien porque era trabajo trabajo. Siempre como cualquier trabajador independiente uno no le dice que no a nada porque no se sabe cuando van a venir las vacas flacas y agarrábamos todo ese trabajo.
¿Cómo es que llegaste a la Thomson hiciste alguna muestra una prueba o te contactaron?
Q.A.: Debo de haber hecho algunas muestras pero enseguida me dijeron que sí. Empecé haciendo esa serie “Arena”. Al tiempo sale este formato más chico, es un formato de cuadraditos, con Starblazer que era una historia de ciencia ficción. Usaba el formato de los antológicos libros de guerra que eran chiquitos, dos cuadros por páginas, 64 páginas en total, y Starblazer inicia en ese formato. Trabajé ahí desde el 79 hasta que cerró a principios de los 90. Mucho laburo había hecho. Creo que eran como 300 libros.
M.C.: Llegamos al punto en que te encontrás con Eduardo Masitelli la gran sociedad creativa de tu carrera. Pero lo que fui descubriendo cuando preparaba la charla es que ahí hiciste encuentros creativos y este es el más importante. ¿Por qué se dio?
Q.A.: Porque nos llevamos bien. Porque somos amigos. Se dio naturalmente y no fue una cosa buscada por nosotros dos. Y se han pasado no sé cuántos años, creo que 35. Es una de las grandes cosas de de mi carrera profesional.
M.C.: Tuviste en DC la posibilidad de hacer el Batman pirata que me parece que tiene mucho tu personalidad. Y algo que se destaca, a mi entender, son los personajes argentinos en la visita de Flash a nuestro país. ¿Cómo fue la realización de ese anuario?
Q.A.: Fue la la Consigna de ese año. Cada personaje tenía que tener una aventura en un país afuera de los Estados Unidos. A Flash le tocaba la Argentina, entonces el editor me llamó. Yo pasé datos de acá de una época que no conocían y también diseñé personajes. Se recopó. Fue algo muy interesante.
L.S.: ¿Tuviste ingerencia en el guion o solamente asesoramiento?
En lo que si tuve bastante ingerencia fue en la segunda parte, en que uno de ellos personajes que habíamos creado se enfrenta al fantasma de un masorquero de rosas. Esto sucedió en el barrio de San Telmo.
Luego de la charla una persona del público le preguntó a Alcatena: ¿cuánto tiempo puede llegar a tardar en dibujar un número completo que son 24 o 22 páginas?
Quique le respondió: El tiempo que te dan para un número de 24 páginas es un mes más o menos. Después está en Vos la manera en que te organizas para llegar en fecha porque
una de las grandes “espadas de Damocles” que tenemos sobre la cabeza es cumplir con las fechas. O sea, si el trabajo no está tan bien, pero entregas cuando corresponde, zafás. Si el trabajo está extraordinario pero te pasaste unos días, puede ser un desastre.
Así que siempre tenemos que tener eso muy presente. A la fuerza te obliga a organizarte y a disciplinarte porque si no no hay forma en que pueda dedicar a esto.